Todo cocinero, aficionado o profesional, concordará en que su vida es más fácil cuando dispone de los elementos y utensilios necesarios para cocinar. No solamente hacen que nos demoremos menos al preparar los alimentos, sino que disfrutaremos del momento y no nos sentiremos particularmente estresados o ansiosos. Algunos de estos elementos infaltables a la hora de cocinar son los siguientes (sin ningún orden en particular): pica-todo, procesador de alimentos, licuadora, parrilla para interiores y olla a presión.
Hablaremos un poco acerca de la olla a presión, elemento básico e imprescindible en toda cocina. Muchas personas sienten ciertos recelos con respecto a las ollas a presión. No se les puede culpar, existen circulando por allí muchas historias aterradoras acerca de accidentes ocasionados por estas ollas. Sin embargo si somos precavidos a la hora de comprarlas y elegimos una marca conocida, no tenemos nada que temer. La mayoría de percances se han producido con ollas antiquísimas en pésimo estado.
Los beneficios de cocinar en una olla a presión son muchos, el principal de ellos es que una olla a presión reduce de manera significativa el tiempo necesario para cocinar los alimentos. En virtud a esto podemos tener listo el almuerzo o la cena rápidamente. Con una olla a presión, también ahorraremos energía, ya sea electricidad o gas. Por si esto fuera poco, las ollas a presión hacen que los alimentos retengan casi la totalidad de su valor nutricional, además del sabor y aroma. En definitiva es una forma de cocinar bastante saludable y deliciosa.
Es momento de hablar acerca del tamaño de las ollas a presión que debemos emplear. El tamaño de la olla a presión es importante, ya que la comida quedará mejor preparada si empleamos una olla de dimensiones apropiadas. Algunas recetas recomiendan el empleo de ollas a presión pequeñas, mientras que otras requieren del uso de ollas a presión grandes. Las ollas pequeñas, por ejemplo las llamadas de cuatro cuartos, son útiles para platillos pequeños, estamos hablando de dos raciones, mientras que debemos emplear ollas de ocho cuartos cuando tenemos una familia numerosa o invitados.
Muchos cocineros profesionales se decantan por el uso de ollas a presión grandes, sin embargo esta no es una regla que debamos generalizar. Elijamos el tamaño de olla a presión con la cual nos sintamos más cómodos y que emplearemos con frecuencia, si tenemos una familia de tres o cuatro miembros, probablemente la mejor elección sea una olla de seis cuartos.
Las ollas a presión vienen en modelos clásicos o tradicionales, para ser usados encima de hornillas, pero también en modernas versiones eléctricas, éstas últimas suelen servir para algunas otras tareas de cocina adicionales. Por ejemplo algunos modelos no solamente sirven como ollas a presión sino también como ollas para cocinado lento y también para mantener la comida tibia.
Existen recetarios de cocina especiales para preparar platillos en ollas a presión, son potajes especialmente creados para aprovechar las características particulares de este tipo de ollas. Sin embargo, la mayoría de comidas tradicionales, aquellas que ya conoces y que has venido preparando todo ese tiempo, pueden también ser preparadas sin ningún problema en una olla a presión. Sólo recuerda que los tiempos de cocción serán menores.
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